Londaibere nació en Buenos Aires en 1955. No hay ningún artista entre sus parientes y la vocación parece haber sido de nacimiento “algo muy natural en él". Yo soy Santo, exposición retrospectiva del artista argentino.
Alfredo Londaibere llega al Museo de Arte Moderno de Buenos Aires
Londaibere comenzó a mostrar sus primeros trabajos en los años 80s
Cien obras de esta figura fundamental de los años 90 del arte argentino. Se exponen en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Alfredo Londaibere fue una figura central en el arte argentino en la década de los '90 cuando la actividad cultural y artística de la ciudad estaba representada principalmente por el Centro Cultural Ricardo Rojas, del cual Londaibere fue director de la galería homónima entre 1997 y 2002. Londaibere comenzó a mostrar sus primeros trabajos en los años 80s de manera individual y grupal tanto en galerías como bares, discotecas y espacios del circuito "under" de Buenos Aires; hasta cruzó la frontera para exponer en San Pablo (Brasil). A final de los '80 (1989), fue invitado a mostrar de manera individual en la galería del Cultural Ricardo Rojas. El Museo de Arte de Moderno de Buenos Aires presenta
Desde sus primeros dibujos a lápiz de tono surreal de los años setenta hasta sus últimos conjuntos de pinturas
Yo soy santo, la primera exposición panorámica de su trabajo, con la curaduría de Jimena Ferreiro. Muestra que profundiza la trayectoria artística de Londaibere, contando la historia de su devenir religioso. La muestra de Londaibere, Yo soy santo, reúne un conjunto amplio de obras –muchas de ellas inéditas—, desde sus primeros dibujos a lápiz de tono surreal de los años setenta hasta sus últimos conjuntos de pinturas y collages realizados en los años anteriores a su muerte, donde se centró más en el goce estético dejando atrás la impronta hermética que lo había caracterizado.
Las obras de Londaibere expuestas en el Museo de Arte Moderno
Estas obras reúnen algunas piezas de los noventa y comienzos de los 2000
En sus obras confluyó el arte clásico europeo, el cristianismo primitivo, la pintura colonial barroca, las creencias paganas, católicas, afrodescendientes, los modernismos centrales y periféricos, oriente y occidente, la vanguardia y las apropiaciones locales, el sistema artesanal y las artes eruditas, la cultura de élite y el consumo popular. Estas obras reúnen algunas piezas de los noventa y comienzos de los 2000, entre ellas la recuperación de técnicas menos conocidas y materiales populares en la búsqueda de la restitución de su sacralidad:
Exvotos.
Íconos sincréticos.
Una mezcla de brillo opaco y deforme, como la banda de alpaca que cubre sus pinturas.
Los altares populares.
Las baratijas de Once (Balvanera).
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